
Todos sabemos lo que es que la vida nos duela, que el corazón se rompa. Confiar y que te traicionen, o traicionarnos a nosotros mismos por ser demasiado ilusos o demasiado buenos. Cuando el miedo te invade por dentro y al final te acostumbras a no esperar nada de nadie. El cansancio de esa búsqueda que sin querer todos acabamos buscando. Resistir a los golpes, asumir los miedos, acostumbrarse y saber lo que cuesta reconocerlos. Todo lo que aguantamos.
Me canse hace mucho y puede que casi me rindiera. La esperanza ya no estaba o al menos no me dejaba volver a creer en ella.
Esto tenía su lado bueno, descubrí muy poco a poco que podía entenderlo, que podía cuidarme y curarme. Valorar cada detalle que tenía conmigo misma, entender lo que realmente importaba, sobre todo aprender a diferenciar lo que no quería en la vida y nunca conformarme si algo por dentro me decía que era más lo que me merecía.
No paraba de recordarme que cuesta mucho trabajo, amarse tanto, aprender a cuidarse, a valorarse, irme de tantos lugares, de tantas veces intentarlo, con la esperanza de que algo increíble llegaría, teniendo cero de certeza en esa clase de posibilidades. Me iba. Con un miedo absoluto a no encontrarte.
Pensé tantísimas veces que mis sueños eran demasiado grandes, que ya a estas alturas conocía el máximo de muchos aspectos de lo que me pensaba que era la vida. Que no podía soñar tan alto.
Y aun así seguía, sola, pero seguía. Como tú, probando, sin rendirnos.
Después de tanto esfuerzo y casi un tercio de camino recorrido, la vida de antes no me parece nada. Minucias todo lo que haya sentido, sin desprecio de nada y sin ese dolor que ahora se ha ido, se me ha olvidado por completo, no me acuerdo ni de como se sentía.
Un canto en los dientes a todos mis prejuicios si del sentir se trata. Ahora entiendo todo lo que antes no entendía y creo en todo eso en lo que había perdido la esperanza.
Es difícil encontrar las palabras para describir el ya no tener miedo. Sentirte indestructible puede que no sea muy creíble tampoco. Te lo aseguro, hasta a mí me cuesta creer como nos sentimos.
Pero he podido contarte mis miedos sin ni una sola duda a poder perderte. He comprendido la esencia más pura de la vida solo con respirar tu aire. Todo lo cotidiano que podía aburrirnos a veces se ha vuelto lo más especial del mundo.
Tocar un cuerpo ya no es solo tocarse, ni siquiera mirarse a los ojos es tan solo mirarse, se ha transformado en poder ver un alma pura con un corazón gigante.
Suena demasiado grande probablemente, por que suena inimaginable que algo así pueda sucedernos.
Estoy cerciorando a cada minuto que pasa que me equivocaba. Que sí existe todo eso con lo que he soñado y pensé que mi mente se inventaba. Que siempre pensé que algo pasaría, que no sería el momento indicado, que por algún motivo no llegarías.
Me equivocaba, repito, por completo. Tantas veces que me pensé que esto no existía.
No dejaré de reconocerlo nunca, estaba muy muy equivocada y muy muy asustada de que los miedos dominaran y llegaran a cumplirse.
Pensábamos que no llegaríamos a esto, y aquí estamos. Juntos ante el mundo y nos parece tan pequeño, como antes nos parecía la probabilidad de encontrarnos, un 0,0000…infinito 1, de probabilidades.
Y ha pasado. Y solo puedo decir que esto es como dar con los billetes en la cara a todos aquellos que pensaron que no lo conseguiríamos, que soñábamos demasiado. Que nos rendiríamos.
Mi único sueño ahora es que sigas creciendo, pero conmigo. El mundo ya no importa, sin hacer nada lo hemos hecho nuestro y haremos nuestro castillo en las tierras que más nos gusten.
Las líneas de los limites que estaban tan bien marcadas, han desparecido. Y ahora hay un campo abierto sin nada de eso de lo que antes pensábamos.
No necesito borrar el pasado para quedarme en el presente ni necesito planear el futuro para que el presente tenga sentido.
Lo tengo más claro que los valores que tanto defiendo. La lucha interna se ha calmado. Ya no quiero guerras sucias ni apariencias divinas a la que tantos vivís acostumbrados.
Ahora estamos juntos y si por algún casual alguien se plantea la lucha, ten en cuenta que ahora no es solo conmigo.
Y fíjate que no puedo plantearme perder contra nada.
Nosotros ya hemos ganado, cualquier lucha y mil años de vida.