Hoy he leído el post «pensamiento de la semana» de Matthieu Ricar, y en él dice,
«Hagamos lo que hagamos, caminar, comer, sentarnos, etc. Ignoremos la pereza,la indolencia, la apatía, la negligencia o la distracción. Controlemos la tendencia que nos hace resistir a cualquier cambio en nuestro cuerpo, nuestras palabras, nuestra mente, Observemos continuamente nuestra mente y hasta nuestras actividades más insignificantes. Una vez comprendido el camino de la liberación, sería inapropiado (con nosotros mismos) comportarse como siempre. Observemos continuamente nuestra mente con vigilancia y lucidez. Sepamos alegrarnos si no hemos cometido ningún acto malicioso, y sí sí pues prometemos (a nosotros mismos) que nunca lo repetiremos.»
Matthieu Ricard
Mi reflexión mañanera es esta y espero que te guste y te haga pensar un poquito más bonito de lo que ya lo hacemos.
En el camino de la liberación esto es control de emociones y mantener nuestra libertad en honor por y para nosotros mismos, a como nos queremos ver y como quisiéramos ser vistos a través de otros ojos. No pondremos barreras a lo que sentimos ni a lo que queremos expresar pero si usaremos las formas adecuadas, aprendiendo a callar en los momentos dolientes. Haciéndolos menos dolorosos, cambiando esa negligencia a los corazones por comprensión y altruismo. Más que nada por que lo necesitamos todos. Por qué podemos comportarnos como seres maduros, sin pereza, sin excusas que usamos para defender nuestras malas acciones, sin malas caras por qué sí, con la compasión por el mundo de que «las buenas acciones traen buenas acciones».
Hagámonos responsables de los actos, de los cambios y de las consecuencias. No echemos la culpa, no busquemos culpables. Hazte a ti mismo como quisieras que te tratara otro, cuídate como tanto ansias que te cuiden, pero sobre todo en cuerpo y espíritu, aliméntate de forma sana, analiza que es eso que te sienta bien y que te hace estar pesado.
Sabes que por ejemplo el exceso de cortisol en tu cuerpo te hace estar inflamado, aumenta la presión arterial, llevándote al desarrollo de un montón de enfermedades y un montón de susceptibilidad y «mala leche».
Investiga, conocer tu cuerpo y las reacciones a cada cosa que haces con él es importante. Te conocerás mucho mejor, desde ese sueño repentino que siempre te viene después de comer, hasta por qué no duermes bien o esos cambios de humor que todos tenemos y casi nadie soporta. Sin embargo si bajas el cortisol tu sensación de felicidad y tranquilidad aumenta a niveles increíbles. Ve al campo, aliméntate bien, disfruta de tu mascota, aún que parezcan técnicas milenarias que todo el mundo usa y a nadie le valen para salir de ese estado automático, de enfados incoherentes y susceptibilidad en que se encuentra la mayor parte del mundo. Es posible! Y es tan sencillo como eso, aporta omega 3 a tu cuerpo, haz deporte, habla con las plantas o abraza un arbolito, libera esa famosa «hormona del estrés» de tu cuerpo. Y sobre todo piensa positivo.
No pienso cansarme de decir que «el querer estar bien depende de ti y solo de ti».
Es ciencia, no lo digo yo!
Ya hablaremos de que todas nuestras emociones (todas) vienen creadas por un pensamiento (pensamientos que solo tú manejas y decides si están en tu mente o no). Adelanto que eres responsable de cómo te sientes y que tú decides que sensaciones le quieres dar a tu cuerpo y a tu mente, pero esta chapa la dejamos para otro post.
Ahora solo me queda deciros que calma en el alma, que fuerza en las ganas y una sonrisa en cada palabra y cada acto que hagas al mundo. La conciencia limpia y el amor propio al día, confía en tus capacidades y tranquilo, la vida sin decir nada te aclara el ansia, las dudas y el miedo.
Y suerte!