
De los miles de temas que quiero escribir, de son todos aquellos pensamientos que siento y quiero contarte, escribo 100… de los cuales publico entre uno y diez de todos ellos.
Puede que no esté segura de sí elijo bien o mal al decidir cuáles de ellos ven la luz y cuáles quedan en mi más íntimo olvido. Supongo que esto es como el filtro que ponemos al hablar o que tan pocas veces pongo yo cuando lo hago.
De los miles de pensamientos que todos los días pasan por todas nuestras cabezas y por no volvernos locos, filtramos lo más posible, seleccionando solo lo que nosotros mismos pensamos que queremos quedarnos.
Y sin ser nada fácil es un hábito de los más constantes a lo largo de toda la vida. Tan diario que no dejamos de hacerlo ni un solo instante del día.
Si bien es una tarea tan ardua y tan agotadora que quizá es mucho más sencillo dejarnos ser esos locos.
Que muchos nos dirán que porqué seguimos intentando mantener esa cordura o esa demasiada educación, llegando a llamarnos demasiado cívicos o demasiado cordiales. Pareciendo mucho más felices dejándolo todo pasar por alto.
El caso es que yo ahora puedo contarte otro camino. Al que yo siempre me he negado. Un camino en el que se han juntado tantas vertientes que se está transformando en la vía por la que quiero andar hasta morirme. Y no es que sea más fácil, solo es más bonita y yo me siento por primera vez como si nada me faltara.
Y te hablo de un lugar en el que puedes sentir todos los males que escondes desde siempre y soltarlos como si quisieras liberar el demonio que traen consigo.
Al principio sigues sintiendo ese miedo tan común, esa desconfianza o casi desistir del mundo que nos parecía tan hostil, y sobre todo, ese miedo a quedarte sola, tan difícil de reconocer.
Puedo asegurarte que como yo, puedes encontrar ese rincón del mundo en el que te duermas sin un ápice de ese estado de alerta, sin preocuparte por nada, en el que si descanses de verdad. Ese en el que los agobios de ésta era tan avanzada y tan poco práctica en realidad van a ser escuchados.
Para mí toda esta vía nueva es solo una persona, mi lugar favorito del mundo, el corazón más bonito que haya podido conocer en toda la vida, o para que me entiendas mejor, con el que he podido ser lo más yo que he deseado.
Se que es difícil de creer, por qué para mí hace unos meses también lo sería, y ahora puedo defender ese amor puro del que tan poca gente se atreve a hablarnos, puedes seguir leyendo si quieres saber por qué digo estas cosas, dirás locas y tan inauditas.
Decisión es la palabra, ni yo sé muy bien por qué, quizá ha conseguido ver también debajo de todas esas capas que me pongo, la esencia que llevo conmigo y que tan pocas veces muestro. Se ha parado a pensar en mi igual o más de lo que lo hace en él. Ha decidido emplear parte de su tiempo en reflexionar sobre lo que pasa por mi cabecita y sobre todo ha empleado ese tiempo en entenderme o al menos intentarlo. Y luego ha venido a contármelo, con una sonrisa y sin ni un mínimo indicio de quitarme algo de razón, aún que no la tenga. Por qué es lo que yo siento, y sea peor o mejor de lo que ambos deseamos ahí está.
Y sólo de esa manera que tú lo haces es posible que mi calma eterna llegue, y es posible que ya haya llegado y aún yo no esté acostumbrada.
Pero falta poco.
Y es que el amor es tan sencillo como eso, resistencia y construir con fortaleza.
Tú, artesano y yo poeta empedernida, que se negaba a ser romántica.
Y ahora no puedo negarme a eso, son momentos como abrir mi primera galletita de la suerte y que ésta me diga que los placeres más sencillos son los mejores.
Todo este texto se transforma en eso, el placer más grande del mundo, tus ojos, que me miran aún cuando mi cara es un puto cuadro, que ni yo sabría decirte que es lo que expresa. Por tanto que pienso y por tanto que no se explicar tan claramente como quisiera. Y tú sin el mínimo ápice de rendirte nunca, has decidido ser mi paz en esta guerra interna tan eterna de la que en todos mis textos he hablado.
Y aun que sea un coñazo leer tantos párrafos, siento que me quedo corta siempre que escribo sobre nosotros y paro solo por qué puede que se te haga demasiado largo.
Solo una cosa más y la más importante, el te quiero que ahora puedo decirte no es sólo un te quiero, ni solo mirarnos a los ojos y saber absolutamente todo del otro, sino la mayor emoción que haya sentido nunca. El llorar cuando noto ese amor que nunca jamás pensé que tendría, cuando siento mucho más de lo que pensaba que me merecía. Es tal emoción como poder ver o tocar con tus manos algo de la naturaleza que jamás has visto, el descubrir algo nuevo desde los ojos de un niño. En realidad no puedo compararlo con nada por que es algo que siento tan único y tan sincero que te mentiría si lo comparara.
Solo puedo decir que he recuperado la fé en el mundo, la paz interna aún que mis terremotos a veces digan lo contrario y que siento que ya nunca más voy a sentirme sola.
He recuperado la esperanza y en muy poco tiempo, cuando todo cicatrice del todo conciliaré mi paz con el mundo entero y la sonrisa que tanto te gusta estará siempre contigo.
Ya casi lo hemos conseguido. Un te cuido, siempre.
Y gracias.